Muchos la citan pero pocos lo explican, la teoría del juego suma cero describe una situación en la que la ganancia o pérdida de los participante se equilibran ¿estaremos en esta actualidad política, cuando las partes piden acuerdos en esta situación? En opinión de Aníbal Sánchez Ismayel como consultor electoral y analista político, la oposición (es) han emprendido el camino de ejercer la política bajo la estrategia de Acuerdos o Negociaciones aunque con tácticas distintas, pero sin ser víctimas de chantajes, miedos o amenazas, sabiéndose que no tiene más que perder, a diferencia de su contraparte.-
Esto no debe ser visto ni achacado como signo de debilidad de la oposición al contrario, es madurez, fortaleza e inteligencia política. – “Plantearse este escenario desde la idea que existe algún factor débil, o que solos se es capaz de conducir el país, seria un error” – la negociación que hoy aspira un número creciente de venezolanos, países y organizaciones internacionales solo será posible si se terminan de entender esta teoría y sus variantes, al tiempo que logran frenar a extremistas, garantizándole la posibilidad de encontrar espacios – ‘bajando los costos de salida’- y aumentando la tolerancia al querer compartir y comprender el error de querer mantenerse el poder por medios de fuerza – ‘aumentando los costos de la represión’.
En las negociaciones políticas que puedan surgir en las mesas, el gobierno pudiera salir con una opción que no sea de suma cero, al tener que ceder mucho desde su óptica para asegurar que no termine aniquilado en el tiempo o llevarse el beneficio de mayor interés. El país atraviesa una gran crisis de gobernabilidad, a partir del del duelo entre sectores que se contraponen en la visión de país y modelo de desarrollo, al esta pugna llegar al poderes legislativo se planteó un conflicto con el ejecutivo y judicial, el mismo que se venía llevando en las calles o espacios de opinión entre un componente popular mayoritario opositor y las fuerzas del orden público que dan sostén a otro grupo.
En este marco situacional o contexto la interrogante debería ser ¿es posible lograr una aproximación a la resolución de este conflicto? La repuesta se pudiera representar de forma más clara y sencilla, si centran sus expectativas en un sistema de “ganancia y pérdida” de los enfrentados dentro de un juego de suma cero, caracterizado por ser un juego no cooperativo, dinámico y de información completa, según la teoría.-
La naturaleza no cooperativa del juego de suma cero, parte de que cualquiera de las soluciones posibles pasa por la toma del poder por una parte (recompensa) ocasionando una pérdida de espacios a otra parte (pérdida) cayendo con lo que algunos definen como el “todo o nada, o mesa limpia” estos juegos requieren de inversión y apuesta de recursos dentro de una táctica no solo para ganar sino para no perder. Concurriendo en una dinámica donde el manejo de la información debe ser completa y los sectores en conflicto deben manejan los saldos positivos o negativos que enfrenta cada uno (tantera).-
La condición dinámica en este juego se representa por la ejecución secuencial de acciones, producto de la reacción ante la posición adoptada por el otro y van condicionada a las acciones subsecuentes. El modelo es de información completa porque las partes en nuestro caso oposición y gobierno, conocen las “ ganancias o pérdidas” que representa para cada uno la ocurrencia de otros posibles desenlaces al conflicto.
Descrita esta teoría, verán que – “No estamos para un Juego de Suma Cero”- de ahí la necesidad de adoptar un modelo que permita instrumentar una solución transitiva, capaz de proporcionar a los actores el acceso a posiciones de supervivencia, sin detrimento de los legítimos reclamos del otro. Para esto las condiciones del juego deben cambiar en de forma que permitirían concluir los conflictos, políticos, social y económicos.
Algunos conocedores de las teorías, plantean entre los cambios el contar con una plataforma de comunicación e interacción entre los factores en pugna, propiciando una efectiva, eficiente y consensuada transición sobre las premisas de la aceptación de las fallas. Otros creen que se deben incluir procedimientos que derive en el balance de poderes, permitiendo la representatividad y respeto a las nuevas minorías.
Esto después de conocidas las posturas, al conocer lo avanzado en ensayos de negociación o diálogos, o lo aprobado en acuerdos legislativos, pareciera que solo se podrá instrumentar mediante la consolidación de los factores moderados en ambos sectores, capaces de asumir responsabilidades, reconocer errores; y al aumentar su aceptación.
La combinación de estas nuevas variables y estrategias ‘al juego’ permitiría a las partes avizorar su posición final, dándoles la oportunidad de minimizar sus pérdidas políticas, mientras que para el otro le significa la oportunidad de acceso transitivo al gobierno, con la finalidad de dar respuestas, llegando a la posición de donde su avance político podría sobrevenir a partir de esta alternativa de gestión.
Este nuevo juego ‘no suma cero’ pero sería igualmente dinámico y de información completa, pero paso a ser ‘cooperativo’ surgiendo soluciones más mediatas de equilibrio, que se contraponen a la matriz de las posiciones hoy enfrentadas.