La agencia Moody’s dijo este miércoles, que Colombia enfrenta desafíos crediticios debido a dinámicas cambiantes en el comercio de energía entre Estados Unidos y Latinoamérica, así como por el gran flujo de migrantes venezolanos.
La calificadora resaltó que el país está posicionado para una aceleración moderada de su crecimiento económico en los próximo dos años, pero que no compensará completamente los riesgos específicos en los sectores corporativo, bancario y de seguros.
Moody’s subió en mayo el panorama crediticio de Colombia a estable desde negativo, citando las medidas que el gobierno del presidente Iván Duque planea implementar, que acompañadas por la recuperación económica estabilizarán la relación entre la deuda y el Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos años.
Simultáneamente, ese día la calificadora Fitch rebajó el jueves el panorama crediticio de Colombia a negativo desde estable, por el debilitamiento de la credibilidad de la política fiscal y el aumento del riesgo a los desequilibrios externos.
Para Moody’s, la recuperación económica de Colombia apoyará a los esfuerzos de consolidación fiscal con un crecimiento real del PIB de alrededor de 3,3% esperado para este año, en contra de una tendencia global con expectativas de expansión más bajas.
Cerca de 1,3 millones de venezolanos se encuentran en Colombia, a donde han llegado huyendo de la hiperinflación, la escasez de alimentos y medicamentos, una migración que ha provocado presión sobre la economía y los servicios sociales, como la salud y la educación.
El impacto fiscal derivado de la migración de venezolanos en Colombia es de apróximadamente medio punto porcentual del PIB, una cifra que equivale a más de 1.350 millones de dólares, de acuerdo con el gobierno que espera que la economía crezca un 3,6% en 2019.
Cortesía de Reuters
